Mañana no se
rendirá el sol.
Lo sabrás porque
retomarás
el viejo camino
que va a la escuela,
y no te asaltará
el miedo tras las dunas
ni abrirán fuego
sobre tus pisadas.
Porque el sol
está de tu parte,
liberarás la
risa secuestrada en los labios,
lejos del
lodazal supersticioso
que amordazó las
esperanzas.
No dejes que los
buitres
escarben en tus
ojos
dos piedras
semipreciosas.
No dejes que tus
pestañas
se pierdan en el
rojo sucio
de los diamantes
incendiados.
Esta vez tu corazón
no temblará
cuando chillen
las metralletas,
ni se rendirá tu
voz ante quienes
pretenden
secuestrar tu boca.
El sol está de
tu lado, niña africana,
y la mañana te
espera.
Rocío Rubio