viernes, 28 de noviembre de 2014

Conciencia


Condéname, fuera de toda luz,
a vagar por la penumbra de la ignorancia,
a pordiosear la saliva sobrante de los besos.
Pero no me dejes sin el relámpago del párpado,
ese ínfimo segundo que me dedicas cuando
desaparece la conciencia de lo obtuso,
cuando -sin proponérmelo- te siento.

Rocío Rubio

miércoles, 27 de agosto de 2014

Verso deshilachado



Si todo lo que te di lo destruiste,
si el aguarrás alcanzó los labios
hasta desteñir el rojo autóctono,
si segaste la risa viva
y decapitaste la juventud de mi lengua.
Si todo cuanto te di lo desmembraste,
a qué remendar la frase incompleta,
a qué tanto verso deshilachado
si el nacarado también agoniza.
Si nada de lo que amé me sobrevive.

Rocío Rubio

jueves, 14 de agosto de 2014

Cenicienta nunca fue puntual



Y hoy me levanto con la certeza
de ser tu pordiosera estilosa,
la vagabunda de calles infectas
a la que nunca besarías.
De ser la cenicienta que llega
tarde a la cena del hospicio,
la que subastó su cristalino zapato
por una falda de tres euros.
La que repudian desde los
escaparates de las tiendas de lujo,
la eterna fracasada que se conforma
con que la miren a los ojos.
La que nunca conoció un mes de abril
ni la caricia verdadera.
El despojo de una sombra que cruza.

Rocío Rubio

Estilosa




Satén roído, remiendos
sobre el telar de un ultraje,
fosas donde perecen deseos
que no llegaron a cumplirse.
Monstruos de grandes avenidas
que me escupirán con sus ojos,
desde la pulcritud infame
de su caridad postiza.
Mis blusas seguirán rotas.
Tú seguirás sin amarme.
Y las puertas giratorias
me rajarán cuando las atraviese.
Mi hambre no le importará
al fotógrafo costumbrista,
ni al turista que va a la caza
de un folclore artificioso.
El satén seguirá desvencijado,
como telar cosmopolita de una urbe
que me expulsa de ella a bofetadas.
En la indiferencia de mis días.
En el cataclismo de tu nombre.

Rocío Rubio

domingo, 27 de julio de 2014

Algo bucólica



Soy la enferma de corazón tuerto,
la de mirada griposa que asistía
a tus debates estériles y sesudos.
La que rastreaba tu nombre diez
veces por semana, la que colapsó
tu correo para que no la olvidases.
La enferma emocional que
fantaseaba con disecar tus ojos
en un fogonazo perpetuo,
la que hizo guardia en tu portal
por el placer de perseguirte.
Aquella que destrozó poemas,
adjetivos que no te retrataban,
cuentos en los que no aparecías.
La que dejaba tirada a las musas:
bucólica, fracasada y algo poeta.

Rocío Rubio

jueves, 13 de marzo de 2014

Niña africana



Mañana no se rendirá el sol.
Lo sabrás porque retomarás
el viejo camino que va a la escuela,
y no te asaltará el miedo tras las dunas
ni abrirán fuego sobre tus pisadas.
Porque el sol está de tu parte,
liberarás la risa secuestrada en los labios,
lejos del lodazal supersticioso
que amordazó las esperanzas.
No dejes que los buitres
escarben en tus ojos
dos piedras semipreciosas.
No dejes que tus pestañas
se pierdan en el rojo sucio
de los diamantes incendiados.
Esta vez tu corazón no temblará
cuando chillen las metralletas,
ni se rendirá tu voz ante quienes
pretenden secuestrar tu boca.
El sol está de tu lado, niña africana,
y la mañana te espera.

Rocío Rubio